Paciencia y buen humor

En aras de una mejor salud mental ,debemos luchar con los fantasmas del pasado,hábitos que queremos desterrar ,ya que no suman ,no agregan a nuestra paz ,ni a la de nuestro entorno,en mi caso es mi falta de paciencia,la cual aveces aflora y es tan desagradable.

Procuro ser amable y agradable,en ese sentido quien más  me ha enseñado es mi pequeño hijo,y no,no quiero venderles la imagen de que soy la madre perfecta,que no se desespera,que no grita,que es señora 20  ,ni mucho menos,seamos sinceros,nadie es así, nadie tiene ese mundo utópico,ese mundo de fotos,de la eterna sonrisa,el mundo de redes no existe,pero un bebé en su inocencia,en sus ojos maravillados por lo cotidiano,que para ellos es algo nuevo y hermoso,ellos pueden enseñarnos a verlo.

Sin ir muy lejos hace unos meses fuimos al circo,escogí una muy promocionada función, animales prehistóricos, así el nene ve algo que es educativo y al ser mi primera función en mis 3 décadas, no podía estar más entusiasmada,llegamos,y no había demasiadas personas,aún siendo fin de semana,primer punto extraño, segundo punto;desde afuera la carpa no se veía grande,y anunciaban actos de acrobacia y trapecio,Empezaron a salir los de la función anterior,no parecían muy felices,sin embargo no alcance a escuchar ningún comentario.
Hasta que entramos:
En verdad era pequeño,al comprar las entradas hay entre comillas categorías, sin embargo el lugar al ser tan reducido tranquilamente era VIP desde la platea general,entonces la diferencia de costos no estaba nada justificada, ya que teníamos la misma vista.
Primer acto,un asesinato,un arma de fuego,horror al empezar,humor demasiado negro para niños pequeños,quería que la tierra me tragará, creí que mi hijo estaría decepcionado, sin embargo el se quedó con lo bueno, los malabaristas,aplaudía con entusiasmo cada acto de destreza manual,no importo que los susodichos dinosaurios cerraran el show con su horrible presencia,viéndose súper falsos,unos jóvenes embutidos en aquellos trajes que distaban tremendamente de la realidad.
Hoy volví a ver a mi bebé haciendo malabares con unas varitas de globos y ponerse música en su imitación de tableta.
No puedo más que estar feliz, y ni siquiera recordar todo ese incidente como la estafa que fue,sino rescatar lo bueno y agradable que nos brindó.

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